Un atrevido relato corto que complementa la novela erótica Noventa días.
En este relato se muestra la historia desde la perspectiva desde Daniel.
Daniel Bond lo tiene todo bajo control. A pesar de su tormentoso pasado, o quizá gracias a él, se ha convertido en uno de los abogados más reputados de toda Inglaterra. Su vida, planeada al milímetro, está dominada por unas estrictas normas que rigen todas sus relaciones. Jamás se ha planteado transgredirlas con ninguna mujer... hasta que conoce a Amelia Clarck.
Amelia hace que se lo cuestione todo; lo reta con cada mirada, con cada caricia. Si sólo fuese una cuestión de sexo, Daniel sabría a qué atenerse, pero el problema es que cada vez que están juntos siente la tentación de explorar placeres que hasta entonces consideraba prohibido.
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