Tomás y Amanda vivieron un amor tormentoso, en el que el otro se vuelve un mal necesario, en el que todo pronóstico indica que va a fracasar.
Después de que Tomás se instalara en París y Amanda asumiera la Presidencia de las Empresas Eliezalde, cada uno tiene la vida, acomodada a las circunstancias.
Pero el destino siempre tiene un as bajo la manga y no hay cómo evitarlo. Lo que creemos seguro, se vuelve riesgoso. Lo que creemos perdido, lo volvemos a encontrar.
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